El modelo productivo y los conflictos hidrosociales en la cuenca Alto Yaque-Jimenoa de República Dominicana.
Un enfoque territorial de la transformación de la sociedad y la naturaleza
Resumen
Los conflictos hidrosociales son expresiones de las relaciones de poder por el control de los recursos hídricos, asociadas a un modelo productivo particular. En la cuenca Alto Yaque-Jimenoa, una zona montañosa de gran sensibilidad ecológica e importancia hídrica, el modelo productivo está configurado por la producción hortícola intensiva, el turismo y la actividad inmobiliaria. Es un modelo conducido por actores de gran capacidad económica y política, sustentado en instituciones legitimadoras de sus acciones. El impacto del modelo ha implicado la reducción de la capacidad regenerativa de los recursos hídricos, a partir de una carrera desigual por el dominio y apropiación del agua y el suelo, que progresivamente ha resultado en la destrucción del bosque, desaparición o desviación de los cursos de agua, erosión de los suelos, contaminación por agroquímicos y otros desechos, aparición de vecindarios de miseria de trabajadores dominicanos y haitianos, etc. El modelo genera un ciclo de amenazas a la misma producción agrícola, al turismo y a la actividad inmobiliaria, porque reproduce las condiciones que deterioran la naturaleza del territorio en la que se sustentan esas actividades. El modelo productivo es insostenible. Por su propia lógica, este modelo no puede reducir los conflictos hidrosociales que genera. Se requiere un esquema de gestión con gobernanza territorial que facilite el cambio de las relaciones de poder; es decir, una institucionalidad que se articule en torno a una estructura de gestión entre la administración pública y la participación ciudadana, que promueva la cohesión, la confianza y el control social del agua.